"¿Quien demonios es Mesequiel, Fabian o como se llame?!!!!" Aullo Gabriel desesperado corriendo para hecharse al suelo para poder atrapar algo de las sombras que ya se estaban desvaneciendo justo en el lugar donde segundos antes habia estado el demonio con Mariana suspendida sobre el.
Leo solto a Miranda para ir a ayudar a su hermano, el estaba temblando de la impresion de ver a su hermano fuera de sus cabales, nunca habia visto a Gabriel tan histerico como en ese instante, el escarbaba el suelo casi de manera frenetica haciendose daño en las uñas en el proceso, buscando la manera de pasar a travez de el, pero como ellos eran casi unos simples mortales las cosas no serian tan faciles como que ellos pudieran seguir a la cosa esa por donde el se fue. Leo agarro a Gabriel por los hombros para ayudarlo a levantarse pero este con un movimiento brusco se lo quito de encima, "¡Sueltame!" grito Gabriel parandose de un tiro.
Leo levanto sus manos al aire, respirando profundo, "Oye, solo estoy tratanto de ayudarte."
Gabriel se avalanzo sobre Leo, atajandolo por el collarin de su camisa, casi ahorcandolo, "¡Te dije que habia que tener mas cuidado! ¡pero tu todo te lo tomas como un juego!"
Leo atrapo las manos de Gabriel quitandocelo de encima, casi gruñiendo de rabia logro que este cayera al suelo, "Escuchame bien," dijo este con una calma que realmente no sentia, "Yo siempre hago mi trabajo bien, me tomo las cosas enserio, mas aun cuando se que es mi pellejo el que puede terminar despedazado me oyes?, si Mariana esta en peligro no es tu culpa ni la mia, es culpa de esa basura, ahora hazme el favor de ponerte de pie, rayos se supone que eres el mayor Gabriel, el que tiene el temple de acero".
Gabriel apreto los puños para controlarse, pero no respondio a la tirada que le echo Leo, simplemente se levanto de nuevo, el fue en busca de su bolso que se le habia caido de las manos en el instante que habia visto a Mariana suspendida en el techo, el abrio el bolso sacando del mismo un libro donde la mayoria de los demonios, bestias, leyendas urbanas, fantasmas, y mas cosas sobrenaturales estaban bien recontadas, sobretodo cuando el libro tenia mas de una milenia en existencia.
Gabriel se mordio los labios, furioso, mas que todo asustado por lo que podria pasar con Mariana sino llegaban a tiempo, si meditar mas sobre lo que podria estar sucediendole a su amor, el abrio el libro buscando alguna referencia sobre un tal Fabian o Mesequiel, tratando de recordar el cantico que les habia recitado antes de desparecer.
Cuando al fin pudo recordar brevemente las palabras pudo facilmente ubicar a su enemigo mortal en su Libro bajo el nombre de Mesequiel, "Escuchen esto," empezo, "Mesequiel, demonio, guerrero legionario que fue condenado por Dios, se encargo de ser el destinatario mortal con el cual Lucifer podia ejecutar sus sentencias de muerte por ser este como humano cruel, despiadado, y aburrido, con sed de sangre, con sed de muerte, por infinidad de crimenes cometidos Dios lo castigo mandandolo a los rios de Hades donde Lucifer suele de vez en cuando torturar a los enviados por su padre, luego de ser torturado, matado, sacrificado, destripado, ahorcado, mil veces mas una, luego de ser revivido, Mesequiel se convirtio en el demonio favorito de Lucifer, obteniendo libertad plena para poder hacer y deshacer, sobre todo cuando es el primero y el ultimo de los demonios que colectan almas por diversion".
Leo cruzo los brazos pensando muchas cosas a la vez, este Mesequiel no era cualquier cosa, sobre todo cuando se podia ver claramente que le gustaba mucho jugar con su presa, pero tambien se podia observar que admiraba la destreza con la que ellos habian salido ilesos de las pruebas que este les habia hecho, lo que no le quedaba muy claro era el por que precisamente aqui, en esta casa, por que se enzaño con Miranda, simplemente no tenia sentido, este demonio tiene alto rango sobre todo cuando esta practicamente vetado por Dios en la tierra, solo Lucifer le podria dar rienda suelta cuando le complaciera, estas cosas aqui en Venezuela simple y llanamente no sucedian.
"Puede ser observado o reconocido por su habitual estela de sombras que revolotean alrededor de el, la presencia de el puede ser advertida cuando las sombras que uno tiene suelen no estar en su posicion normal perpendicular al sol, puede ser desterrado mas no destruido." Termino Gabriel cerrando el Libro con cierta fuerza mas de la necesaria.
"Cielos, no puede ser que no podamos acabar con el solo desterrarlo de la casa," Miranda empezo diciendo llevandose las manos a la cabeza, frustrada, asustada, "Tiene que haber alguna forma de que podamos acabar con el".
"No la hay, pero si de algo estoy seguro es que ese desgraciado no va a querer meterse con nosotros mas nunca," Sentencio Leo saliendo de su penumbra.
De repente la puerta por donde ellos habian entrado al pasillo principa se cerro de golpe sacandolos a todos de su 'descanso', avisandoles que no podian estar mas tiempo sin hacer nada. Gabriel maldijo bajo su aliento cuando escucho la puerta cerrar, todos estaban al borde de la locura, nerviosos, casi fuera de si, ya querian terminar con esa pesadilla pero no tenian idea alguna de como lo lograrian.
Por primera vez desde que habian entrado al pasillo Leo se agacho al suelo poniendo la mano sobre el, abriendo su puerta espiritual interna para poder visualizar la manera en que deberian de operar por este pasillo ya que no veia nada que les hiciera daño de manera inminente, cuando su mente se aclaro pudo divisar que debajo de la casa habia una especie de sotano, pudo ver unas escaleras que empezaban desde el pasillo principal que iban en direccion hacia abajo mas no pudo ver mas por que tuvo que retirar la mano cuando todos escucharon un grito de dolor aullado con sorpresa, casi con terror, es ese tipico grito que uno suelta cuando realmente ve algo que aterroriza, pero que tambien duele fisicamente, asi fue lo que ellos escucharon, pero solo podian pensar que Mariana estaba siendo torturada hasta morir, sino se apresuraban podrian perderla para siempre.
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