Algun dia...(Capitulo 1) por Paola Falleta (parte 1)

Miranda se miro las uñas con disgusto, y aspiro profundo, al paso que iba sus uñas serian como las de una niña de cinco años, ya tenia mas de una hora en la sala de espera de su psicologa y se estaba volviendo loca, queria regresar a su casa y meterse en cama, olvidarse del mundo y listo, no mas problemas.

Pero por supuesto ese no era el caso con Miranda, Daniel ya tenia 1 año de haber muerto, y de hecho ella ya tenia 2 meses que no tenia pesadillas y habia vuelto a pintar, pero desde hace una semana las pesadillas habian vuelto mas intensas que antes, no solo era sobre el accidente, era Daniel ensagrentado, con los ojos huecos que la perseguia en sueños, que le decia que volveria por ella, y eso estaba acabando con su tranquilidad que tanto trabajo le habia costado, solo la semana pasada habia despertado a su hermana pegando gritos a todo pulmon por que penso que habia visto a Daniel a los pies de su cama, esto no podia seguir y era un hecho.

"¿Sta. Cassanova?", llamo la secretaria que estaba sentada a un lado en un escritorio compuesto por la tipica computadora, telefono, lima y uña de esmalte..

Miranda levanto la vista de sus uñas y miro a la secretaria, que la miraba con exasperacion, "Si, esa soy yo". dijo ella levantandose.

"Ya puede pasar, Dra. Cohen, la esta esperando". Dijo la muchacha sin mucho preambulo.

Como Miranda ya conocia el camino hacia el consultoria ella se encamino hacia el y toco la puerta antes de entrar, "Dra. Cohen" llamo ella.

"Pasa Miranda", se escucho una voz tranquilizante al otro lado de la puerta y Miranda entro.

Dos horas despues Miranda estaba mucho mas tranquila, despues se una sesion intensiva con la Dra Cohen, problema resuelto, ella le habia explicado que los sueños a veces podian volver como en su caso ya que ella habia decidido mudarse para la casa que ella y Daniel habian comprado, era lo mas logico, ademas de haber heredado todo lo que Daniel habia acumulado en su corta existencia, habia heradado la casa por que se habia encargado de nombrarla en su testamento, el habia bromeado que nisiquiera queria hacer nada de separacion de bienes ni mucho menos, eso es cosa de gente que no confia en su pareja blah blah blah, para ella el solo queria darle seguridad y que se sintiera tranquila haciendo lo que mas le gustaba pintar, pero Miranda tenia mucho tiempo que no pintaba y ya en su Galeria la estaban presionando para que empezara a pintar de nuevo.

Ella cerro la puerta de su carro y miro la casa a donde se habia mudado, seguro era esa la razon de esos sueños, la casa a veces le daba escalofrios, cuando la habia comprado le parecia perfecta por que ella le podia hacer las renovaciones que ella siempre habia querido hacerle a una casa, pero cuando la vio por primera vez estaba hecha un desastre, tenia las ventanas principales rotas, las paredes llenas de moho, el piso que era de parque estaba podrido, pero una vez que ella y Daniel habian puesto manos a la obra habia quedado preciosa, imponente, ya que estaba rodeada por montañas y tenia una vista impresionante.

Miranda no la habia visto lista hasta despues de la muerte de Daniel, esa habia sido su sorpresa. Miranda meneo la cabeza de un lado a otro y sigui caminado hacia la entrada donde tenia un porche con sillas al aire libre y una mesita para decorar, ella se detuvo en la puerta y saco sus llaves, pero cuando estaba abriendo la puerta empezo a sonar su celular, ella dejo la puerta entre abierta y reviso su cartera sacando el celular que esta chirpeando a todo volumen, "Alocha"

"Mi ran da..", dijo una voz entrecortada como si fuera una maquina la que estuviera hablando, "Mi ran da"

"¿Quien es?" dijo ella sin pararle mucho a la voz por que como ella estaba en el medio de la nada sabia que a veces la señal podia dar inconvenientes.

Ella entro a la casa con el celular al oido y cerro la puerta detras de si ayudandose con un pie, "Miranda.....Algun dia..",dijo la voz mecanica antes de que se cayera la llamada.

Miranda se quedo de piedra, atonita mirando el celular perpleja, con un grito ahogado en su garganta, pero sus mecanismos de defensa empezaron a actuar atomaticamente haciendo que ella respirara profundo y contara hasta diez, ella se dijo a si misma que era su imaginacion jugando con ella, mas nada, y para comprobarlo reviso su celular para ver las llamadas recibidas, como era de esperarse la ultima llamada recibida habia sido de Mariana, su hermana, que la habia llamado a las diez de la mañana para recordarle que tenia cita con la Dra. Cohen.

Miranda cerro su celular y lo puso en su cartera,luego procedio a quitarse la chaqueta y la guindo en la pared que tenia al lado, luego se dirigio a la cocina que estaba al final del pasillo que a los lados tenia en la derecha de Miranda, su estudio, a su izquierda la sala que se conectaba con el comedor, los cuartos se encontraban en el segundo piso que serian la biblioteca, tres cuartos de huspedes y el cuarto principal que era el de Miranda para subir a la segunda planta se debia atravezar el estudio de Miranda que tenia una escalera con baranda pegada a la pared que se inclinaba hacia la segunda planta.

Pero mucho antes de que Miranda entrara a la cocina una sobra paso por detras de ella, logrando que todos los bellos de la nuca se le erizaran en reaccion, un frio recorriendo su espalda, pero por puro instinto se volteo para que ver que estaba detras de ella, pero no habia nada, aun asi la sensacion de que no estaba sola persistia, ahora ella esta viendo hacia la puerta principal, ella apreto los dientes, irgui la espalda, armandose de valor empezo a retractar sus pasos pero de nuevo la sombra paso detras de ella, esta vez mucho mas cerca de ella de el comedor hacia la cocina por lo que pudo ver de reojo.

Miranda no sabia si voltear, puesto que ahora temia que lo que estuviera ahi fuera algo asi como el cadaver de Daniel, ya podrido, la piel morada llena de tierra, apestando a muerte, pero su imaginacion estaba jugando con ella, esas cosas no suceden Miranda, se dijo asi misma, pero su corazon que le latia en la boca decia otra cosa.

Miranda estuvo a punto de gritar cuando una mano la agarro por detras forzandole a voltearse, "Ya era hora de que llegaras Miranda". Dijo Mariana.

"Dios, Mariana casi me causas un infarto", respiro Miranda poniendose la mano en el pecho, como si fuera a lograr que su corazon bajara de velocidad, "¿que haces aqui?"

"Sorry, queria hablar contigo de una cosa," Mariana dijo mirandola con una cara de culpable que no se le quitaba por nada del mundo, "Vamos a la cocina, hice cafe y unos pancitos con jamon y queso para que cenes"