EsCuDo De ArMaS!

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martes, 12 de diciembre de 2006

Algun dia...(Capitulo 4) por Paola Falleta (Parte 2)

"Esto es todo", Jadeo Leo poniendo el ultimo equipo electronico en el pasillo de la primera planta, "Quiero un monitoreo de este pasillo, a toda hora, Gabe".
Gabriel abrio el cierre de una de las maletas contestando desde la entrada de la sala, "Yo tambien opino lo mismo, ya monte los equipos de gabracion en el comedor, falta la sala, y la cocina".
"Tambien en el estudio de Miranda por lo menos un medidor electromagnetico hay que poner," Comento Leo conectando cables, armando el paral para la camara, "Lo siento por ella y su regla de no tocar el estudio, pero es necesario".
"Te vas a meter en problemas, Leo". Comento Gabriel entre dientes dandose la vuelta para volver a su trabajo.
Leo se rio entre dientes, pero no dio comentario alguno, lo cierto era que le gustaba ver a Miranda un poco alebrestada, no le tenia miedo en lo mas minimo a la explosion que pudiera surgir de ella, mas bien estaba ansioso por ver como reaccionaria si alguien tocaba los botones correctos para hacer que se derritiera la coraza cinica que traia bien puesta esa mujer. Poniendose serio, Leo termino de montar el equipo en el pasillo, va a ser condenadamente incomodo caminar por aqui, penso el viendo todos los cables en el suelo, el paral con la camara pegado a una pared de cara a la cocina, asi tendria excelente vision de todo lo que pasara en la noche.
Mientras los hombres trabajan, las mujeres estaban ya preparandose para dormir, Miranda se estaba cambiando su ropa para poder dormir mas comoda y Mariana estaba acomodando su habitacion por que Gabriel iba a dormir con ella, despues de que Mariana la convencio de que no tenia por que mandarlo a dormir a una habitacion distinta solo por el hecho de que estaban en su casa, ya no eran unos chiquillos que tenian que esperar para que todo el mundo estuviera dormido para darse unos besos, y tener momentos robados, "Le quitas la adrenalina a todo, Miranda, donde esta tu sentido de la aventura".
"Creeme yo soy bien aventurera, ahi tienes el resultado," Respondio Miranda haciendole señas a Mariana para que escuchara a los hombres que tenian un escandolo montado mientras ellos se encargaban de arreglar todos los equipos antes de acostarse a dormir.
"Ohhh, que divertido," Noto Mariana con sarcasmo mientras Miranda se reia de la cara tan comica que tenia Mariana, parecia que estaba disfrutando en grande la aventura.
Ya eran las 12 de la noche cuando todo el mundo se fue a sus cuartos a dormir, por supuesto Mariana y Gabriel no estaban exactamente durmiendo pero la estaban pasando bien, Leo se habia encerrado en su cuarto despues de anunciar que estaba exhausto, claro estaba que antes de irse le habia comentado a Miranda que si ella queria el le podia hacer compañia durante la noche, encantado de la vida, obviamente Miranda habia rechazado su proposicion indecente arqueando las cejas con voz autoritaria le habia dicho que ella no necesitaba de su compañia, por su lado ella estaba en su habitacion ya tirada en su cama con las cobijas hasta la barbilla pensando sobre los acontecimientos del dia. Pero esa noche ninguno de ellos dormiria, pasaria algun tiempo de hecho en que volverian a pegar un ojo.
La casa estaba practicamente a oscuras, lo unico que se podia ver a lo lejos era la luz del cuarto de Leo que despedia su ventana hacia las afueras, parecia siniestra, llena de sombras, como si fuera un pulso que respiraba entrecortadamente, de repente todas las ventanas en el primer piso se cerraron todas de golpe, las puertas se cerraron, las sillas se movieron, sellando una a una las salidas de escape, la ventana que habian permanecido abiertas para dejar que el frio de la noche entrara en las habitaciones se cerraron, y la luz del cuarto de Leo se extinguio.
Simultaneamente las puertas de habitaciones se abrieron, Leo con los pantalones a medio cerrar, poniendose la chaqueta a medias, con linterna en mano, Gabriel y Mariana salieron de sus cuartos a medio vestir, Gabriel con una pistola en la mano, Miranda salio corriendo de su cuarto pero se paro en seco al verlos a todos afuera en varios estados de desnudez, "¿Que es lo que esta pasando?" Pregunto ella palida.
Leo camino hacia Miranda ajustandose los lentes, "No lo se, pero si de algo estoy seguro es que ya no podemos salir de la casa", respondio el poniendose a su lado, su voz tensa.
"Ya probe las ventanas, estan selladas," Comento Gabriel enfundandose la pistola en la espalda, "Leo saca las armas que puse en tu bolso".
"Ok," Asintio el dandose la vuelta para regresar a su cuarto, "Ven conmigo Miranda," El dijo encendiendo la linterna.
"¿Que armas?", pregunto ella caminando rapido para pegarsele a Leo por detras, "¿de que armas esta hablando Gabriel?"
"Agua vendita, linternas, una pistola, medidor de campo de magnetismo, ect", respondio Leo sacando su bolso que estaba debajo de su cama, haciendo el inventario, "No es buena idea que nos separemos, pero hay que estar preparados,".
"Uh, ¿Leo por que vinieron armados?" Miranda pregunto abrazandoce, ya le estaba empezando a dar frio en cualquier momento tendria que regresar a su cuarto a cambiarse.
"Nunca hacemos un trabajo sin proteccion Miranda," Espesto el cargando la pistola, asegurandola y metiendosela en la espalda, "Toma esto te servira de proteccion".
Ella vio que leo le estaba entregando sal, perpleja la acepto, ellos sabian mas de estas cosas que ella, asi que tenia que seguir ordenes, no tenia mas remedio, la situacion iba de mal en peor pero le daba gracias a dios que ellos estaban aqui, "¿Para que la sal?"
"Para alejar a lo que este causando esto, le hechas un poco de esto a esos malditos y salen corriendo como si el diablo le estuviera pisando la cola," Comento el entre dientes, el noto que Miranda se estaba congelando del frio asi que la agarro del brazo diciendo, "Vamos a tu cuarto a que te cambies, demonios, pareces un cubo de hielo"
Mientras Miranda se volvia a vestir con la ropa que cargaba en la tarde teniendo a Leo como sentinela, Gabriel estaba explicandole a Mariana como disparar una pistola, "No quiero tener que estar pendiente de ti Mariana, asi que tienes que hacer exactamente lo que yo te diga, ¿entendido?"
"Si, pero, ¿Gabriel contra que crees que nos estamos enfrentando?" Pregunto Mariana terminandose de vestir.
"No lo se," Respondio este mirando a Mariana todavia enfurecido de que no habia podido disfrutar del banquete que ella le habia ofrecido, "Pero sea lo que sea, lo que nos espera no es bonito, nada bonito".
En ese instante todos los telefonos de la casa empezaron a sonar, los celulares se volvieron locos, logrando que todos los ocupantes de la casa contestaran uno a uno para escuchar una voz siniestra, entrecortada, y ahogada, "Miranda....todos.....la respuesta....esta en su mente...". Dejaron de sonar los celulares y los telefonos dejandolos a todos en un silencio absoluto.

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