Leo no podia con su frustracion, ya casi terminaba con el comedor, tratando de sentir algo, cualquier cosa, pero lo unico que habia sentido era la presencia de Miranda que observaba en silencio mientras el trabajaba tocando la pared para ver si sentia algo en especial que estuviera relacionado con los sucesos que Mariana le habia comentado, en realidad era condenadamente decepcionante que no sintiera nada en esta habitacion por que tenia la sensacion de que al entrar una sombra habia estado latente, cerca, observando todo lo que estaba ocurriendo alrededor de Miranda, de hecho Leo no queria que Miranda durmiera sola esta noche mientras Gabriel y el terminaban de revisar toda la casa, habia algo que el estaba seguro que ni Mariana ni Miranda le habian dicho, de seguro ni siquiera ellas sabian de la informacion que el tenia la certeza que era necesaria para darle salida a lo que estuviera buscando hacerle daño a Miranda.
Concentrandose nuevamente sobre lo que estaba haciendo Leo puso su mente en blanco intentando leer lo que las paredes estuvieren despidiendo, tratando de siquiera sentir una pisca de la entidad que se habia apoderado de la casa, pero era claro que en el comedor no habia nada. Intentando una vez mas decidio tocar el suelo agachandoce para ver que sensacion podia sentir, pero lo que le salio fue una carcajada por que alguien habia hecho cosas en esta habitacion bien interesantes, divertido el se quito los lentes para ver a Miranda diciendo, "Las has pasado bien en esta habitacion por lo visto Miranda".
Miranda se puso roja como un tomate, eso era suficiente para confirmar lo que el habia sentido, "eh, Leo que tiene que ver eso con la investigacion eh?" le pregunto ella evadiendo el comentario de Leo que sonaba sospechosamente como el estuviera disfrutando de su incomodidad.
"Nada, absolutamente nada," respondio este inocentemente a la vez que se levantaba del suelo, "Lo que si te puedo decir es que en el comedor no hay nada en especial, por lo visto solo intensas emociones."
Ignorando ese ultimo comentario Miranda decidio que era suficiente por el dia de hoy, estaba cansada, queria hecharse un baño sin tener que pensar que iba a tener extraños en su casa hasta que Mariana estuviese satisfecha de que los fantasmas no existian, sobre todo queria alejarse de ese hombre que por toda logica no deberia tener ningun tipo de habilidades pero ya habia probado una y otra vez que lo que el le habia dicho era cierto, tenia habilidades sobrenaturales, podia saber lo que ella pensaba con solo tocarla, podia sentir lo que habia sucedido en cualquier parte de la casa con solo tocar, concentrandoce, mas que todo lo que la habia dejado perpleja era el hecho de que el estaba practicamente ciego pero era capaz de ver cuando realmente era necesario, eso la asustaba, pero no tenia mas remedio que creer en la palabra de Leo, hasta que este asunto estuviera terminado no tenia otra opcion. "Creo que es hora de que me vaya a hechar un baño, todavia le faltan la sala, el estudio, la cocina, el vestibulo, mas el segundo piso, creo que tendra suficiente en que ocuparse mientras no estoy."
Leo asintio, deseando poder tocar a Miranda para saber que estaba pasando por esa cabeza, no era la primera vez que alguien se asustaba viendolo trabajar, usualmente sus clientes preferian dejarlo solo, mucha gente le tenia miedo a las cosas que no podian explicar, "Esta bien, lo mas probable es que Gabriel llegue en cualquier momento, asi que podremos trabajar con mas rapidez."
"Excelente", murmuro Miranda bajo su aliento antes de salir del comedor dejando a solas a Leo.
Leo escucho los pasos de Miranda que hacian eco en el piso, ya habia estado en esta casa anteriormente cuando Mariana lo habia llamado a Gabriel casi histerica, pero no habia tenido oportunidad de hacer sus propias conclusiones, ya que Gabriel habia tomado el mando desde el instante en que habia puesto pie en la casa, pero el no habia sentido nada, solo una sensacion de maldad que hacian que sus huesos se entumeciran, dejando con tristeza, como si mas nunca podria ser capaz de volver a ser feliz, o de reir, en cualquier caso Mariana le habia dicho que muchas veces los televisores fallaban, que la luz de su cuarto se iba muy a menudo, que a veces si se estaba bañando tenia la miedo de dejar la puerta cerrada por temor a que lo que estuviese rondando a Miranda la estuviera observando, la gota que habia derramado el vaso para Mariana fue la noche en que Miranda habia despertando a Mariana con sus gritos, lo que Mariana le habia podido comentar era que Miranda habia visto al pie de su cama a su prometido, que habia fallecido en un accidente de transito, pero Miranda habia llegado a la escena por mala suerte, justo cuando estaban subiendo el cadaver del muchacho para la ambulancia, eso para cualquier persona era traumatico.
Leo volvio a repetir su caminata como lo habia hecho por la sala, pero solo sentia vibraciones que dejaban en claro que tampoco lo que estuviera en esa casa tenia planes de perturbar la sala, Leo toco los muebles, las mesitas que estaban al lado de los muebles, el televisor,las lamparas,las paredes, el piso, y nada, absolutamente nada, se sentia frustrado, pero estaba seguro que la presencia lo estaba observando, lo que le erizaba los cabellos de la nuca era el hecho de que el sabia que la entidad estaba disfrutando con su frustracion, "Ven con todo, amigo, que te hare pedazos", susurro el entre dientes, tomando la decision de que la mejor manera de que la entidad se manifestara era retandola.
En la sala no habia nada por supuesto, asi que lo que le faltaba era el estudio de Miranda, mas la cocina, el segundo piso lo trabajaria con Gabriel, Leo no tenia intencion alguna de dejar ningun cabo suelto, sobre todo en el pasillo que conectaba las distintas partes de la sala, por un momento cuando el habia llegado el habia sentido algo, la sensacion de mucha rabia, de enfurecimiento, pero la conexion se habia roto cuando Mariana lo habia arrastrado de nuevo a la cocina, ese pasillo iba a ser lo ultimo que iba a revisar, queria estar seguro de que las demas partes de la casa estuvieren despejadas.
Leo cruzo el pasillo entrando al estudio que abarcaba gran parte de el lado derecho de la casa, tocando una de las paredes se concentro en la imagen hasta poder ver con claridad la habitacion, casi al fondo, debajo de un ventanal que el estaba seguro de que cuando era de dia daba perfectas condiciones de luz para poder pintar, Miranda tenia sus materiales, paletas, pinturas, el caballete para poner el lienso, frente al caballete, una butaca, tambien tenia ciertos cuadros que ya estaban listos en el suelo recostados de una pared, pero al otro lado de el estudio habia un puff que el se imaginaba que Miranda lo utilizaba para relajarse cuando se sentia frustrada y no le venian idead, era extraño como la personalidad de Miranda se veia reflejada en esa habitacion, todo estaba en su lugar, ordenado, como si de que todo estuviera en perfecto orden las cosas en su vida iban a marchar en linea recta.
Con curiosidad Leo camino hasta el fondo de la habitacion agachandoce para tomar uno de los cuadros, lo que casi logra es doblarse del dolor, Miranda habia pintado esto casi despues de la muerte de su prometido, el cuadro tenia una escena que detallaba con exactitud la imagen del muchacho, era como si ella lo hubiese pintado para mantenerlo vivo, a duras penas Leo puso el cuadro el su lugar respirando profundo para disipar la sensacion que le habia transmitido el cuadro pensando que no era buena idea que Miranda lo encontrara con las manos en la masa, ella lo habia amado mucho, a Leo le parecia cruel la circunstancias en que Miranda habia perdido al muchacho, pero estaba claro que ese era un tema que Miranda segun lo que le habia dicho Mariana era tabu.
Poniendo manos a la obra Leo decidio volver a la entrada de el estudio para empezar a trabajar, aclarando su mente, dejandola en blanco, empezo a tocar las paredes, en linea recta como siempre. Cuando ya iba a mitad de la primera pared el timbre de la casa empezo a sonar, ese es Gabriel, penso el, saliendo de el estudio para ir a abrir la puerta.
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