Mariana observaba a Miranda mientras ella terminaba de comerse los ultimos pedazitos del pan que ella le habia preparado mientras tanto Mariana contemplaba la mejor manera de convencer a Miranda de lo que le iba a proponer, pero Mariana estaba preocupada de que Miranda no aceptara su proposicion, usualmente Miranda podia ser muy terca si ella se lo proponia.
Mariana solo se acordaba de como le habian sonado las orejas cuando ella le habia comentado a Miranda de que deberia empezar a salir con otra persona, eso habia bastado para que Miranda pegara el grito al cielo, que como se le ocurria, que si se habia vuelto loca de remate, que ella jamas le iba a faltar el respeto a la memoria de Daniel, que ademas ella no queria saber mas nada de hombres, pero Mariana le habia dicho a Miranda que si ella pensaba que los pretendientes que ella tenia la iban a dejar sola por mucho tiempo que estaba loca, le habia dicho que se mirara un espejo nada mas, Miranda tenia el cabello negro azabache casi por la cintura, una cara de modelo ford espectacular, los ojos color casi caramelo tirando a un amarillo que llamaba mucho la atencion, la sonrisa pepsoden que gratis no le habia salido, y un cuerpo que a punta de ejercicios y dietas era esbelto. Pero, Miranda se habia enclaustrado tornado testadura, le habia dicho que no se metiera en su vida, por supuesto Mariana habia decidido que era mas prudente mantener silencio sin acceder a nada.
Mariana volvio a mirar a Miranda que ya se habia levantado a lavar los platos en el fregadero, ya no habia vuelta atras, era mejor que le dijera de una vez, asi que para llamar la atencion de Miranda ella se aclaro la garganta, "Eh, Miranda, sabes que he estado pensando en algo y queria comentartelo".
Miranda cerro la llave del fregadero antes de voltearse para ver a Mariana, "Aja..te escucho", cruzando los brazos sobre su pecho se apoyo sobre el contador.
"Bueno," Empezo Mariana agarrando valor, "Yo he estado pensando sobre las cosas que ha pasado ultimamente, los sueños que has estado teniendo, las cosas raras que pasan en la casa, tu sabes, que se va la luz de repente, lo del cadaver de Daniel que lo viste al pie de tu cama, eh que si se apaga un televisor, las llamadas raras-"
Miranda levanto la mano para ponerle un parado a Mariana ahi mismo, "Mira, no se adonde quieres ir con todo eso pero ya hemos hablado de esto varias veces, en esta casa no hay fantasmas", dijo ella entre dientes, controlandose, "ya te lo he dicho, Mariana, los fantasmas no existen".
Mariana empezo a abrir su cartera, sacando su monedero siguio hablando, "Si si, ya se, pero que mejor manera que probar que no existen llamando a alguien que se encargue de descubrir lo que esta pasando", Mariana saco de su monedero una tarjeta de presentacion, dejando el monedero sobre la mesa, ella se levanto para llevarsela a Miranda, "Es no es solamente los sueños que tienes Miranda, desde que me mude contigo a esta casa, cosas muy extrañas han estado pasando y no pienso dormir una noche mas aqui sin algun tipo de proteccion".
Tomando la tarjeta Miranda miro a Mariana con un brillo distintivo en los ojos, que le avisaban a Mariana que ella se estaba molestando, "Mariana, no voy a meter a ningun extraño en mi casa, estas imaginando cosas, ni muchos menos a un hombre que se llame-" ella paro lo que estaba diciendo para leer la tarjeta en voz alta, "Leo Monasterios, Investigador de ciencias paranormales".
"Es que no lo vas a meter tu, ya lo contrate", Mariana dijo con una voz bien bajita mirando a Miranda con la misma cara de culpable con la cual la habia asustado, "Deben de llegar en cualquier momento".
"¿Como?, te has vuelto loca Mariana," Exploto Miranda saliendo de la cocina con la tarjeta en la mano para ir a buscar su celular, "no debiste de haber hecho eso".
"Miranda, por favor es solo unos dias," Mariana salio atras de Miranda rogandole, "Esperate a ver que pasa, asi salimos de dudas"
Miranda no le hizo caso mientras atravezaba el pasillo hasta el umbral donde habia dejado su cartera, "Querras decir que asi sales tu de dudas Mariana, lo siento pero no absolutamente no," solto Miranda hecha una furia sacando su celular de su cartera, ella lo abrio marcando los numero de celular que estaban escritos en la tarjeta.
Mariana hizo un gesto de resigancion y se limito a esperar a que Miranda hablara con el Investigador. Miranda se llevo el celular al oido escuchando los repiques hasta que una voz gruesa llena de autoridad contesto, "Monasterios."
"Sr. Monasterios, es Miranda Cassanova," Se introdujo Miranda mientras miraba a Mariana de manera acusadora, "Le estaba llamando por que mi hermana me acaba de informar que ella lo contrato para que viniera a mi casa-"
"Sta. Cassanova, si esta llamando por la tardanza no se preocupe ya estamos en la puerta de su casa," Respondio este muy tranquilamente ingnorando las señales de que Miranda sonaba algo molesta, para rematar se escucho el timbre de la casa como para confirmar lo que el le habia mencionado.
Miranda volteo hacia la puerta al escuchar el timbre cortando la llamada, "Marianaa...." murmuro ella con resignacion mientras abria la puerta.
Lo que Miranda menos se esperaba era el especimen que se iba a encontrar en la entrada de su casa, el señor Monasterios no era ningun niñito con aparatos electricos, era un hombre maduro, segun lo que ella le calculaba era unos treinta y pico de años como mucho, era alto, blanco con un cuerpo decente, bien trabajado, vestia unos blue jeans, con una camisa de botones blanca, chaqueta de cuero negra, botas montañeras, para terminar el ensamblaje unos lentes negros que no daban pista alguna del color de sus ojos, Miranda instintivamente penso que los tenia azules, el pelo Marron casi chocolate, tenia una cara fuerte, casi como si sus facciones fuera esculpidas en marmol, pero antes de que ella termina de inspeccionarlo el cerro su celular, dirigiendose a ella, "Sta. Cassanova, un placer, Leo Monasterios."
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